Es uno de los paseos más interesantes para conocer los alrededores de Ushuaia. La laguna Esmeralda posee un encanto inigualable, ideal para salir a caminar entre amigos.
La propuesta de Ushuaia Aventura era de lo más alentadora: ir en busca de la famosa laguna Esmeralda, una excursión sencilla para quien quiera salir a caminar y conocer una de las postales más bellas de los alrededores a la ciudad de Ushuaia. Esta excursión nos permitió recorrer un sendero natural que se introduce en un profundo valle que fue erosionado por la acción glaciaria hace miles de años y que limita con el cerro Bonete y con el cordón Toribio, ambos de singular belleza. Optamos por la forma más fácil de comenzar esta excursión, que consiste en llegar hasta Altos del Valle, el centro de deportes invernales que se encuentra tomando la ruta nacional 3, aproximadamente a 18 kilómetros de Ushuaia.
Desde allí, una senda indicaba la dirección que debíamos tomar para empezar nuestra caminata. Lo primero que recorrimos es un pequeño bosque y luego nos adentramos en uno de los típicos turbales australes que tiene la provincia de Tierra del Fuego. La caminata continuó entre bromas y anécdotas, hasta que llegamos a un hermoso puente de troncos que cruza el arroyo Esmeralda y nos sirvió para comenzar a imaginarnos el próximo paisaje que descubriríamos en minutos. Luego de cruzar el arroyo, el camino volvió a internarse en el bosque y se bifurcó. Lentamente comenzamos a acercarnos a la belleza de la laguna. El color de sus aguas atrapa al más incrédulo; quien las conoce queda inmediatamente hipnotizado por la forma en que reflejan la belleza del paisaje que las rodea. A lo largo del recorrido, al paisaje se sumó la presencia de castores y sus castoreras, lo cual permite que los visitantes comprendan la acción de estos roedores y su obra hidráulica que afecta el ecosistema local. Cuando estábamos cerca de llegar, nuestro guía nos dijo que nos preparáramos para ver algo sin igual. Y es verdad, llegamos hasta la cumbre de un pequeño cerro y ahí abajo, sin viento, en una calma notable y con color fascinante, descansaba este lugar paradisíaco.