Con dedicación, pasión y sin apuros, este creador logra excelentes piezas de madera que son su orgullo y su patrimonio.
En un entorno magnífico, Jorge Virasoro montó su casa-taller no muy alejado del centro de la villa. Pero este vecino de Villa Traful no es una figura que recorra sus calles a diario.
Tiene un hermoso bosque como telón de fondo y una pradera con vista al lago Traful frente a su vivienda. A su cabaña no le falta ni le sobra nada. A unos pocos metros, su amplio y luminoso taller sobre el arroyo lo identifica con su actividad diaria: la creación.
Artesano de la madera, se destaca por su manera de trabajarla y por el tiempo que le dedica a cada elemento. No se ven objetos terminados en su taller, pero sí mucho material de trabajo e infinidad de dibujos que son el paso previo de cada obra.
Mate en mano, mantuvimos una charla con él mientras seguía con su trabajo habitual. De fondo, música clásica con predominio del violín.
Conocimos su opinión acerca del proyecto Ruta de Artesanos. Jorge nos confirmó su apoyo a la inquietud de un grupo de alumnos de 5° año de un secundario de la localidad, alentándolos para que desarrollaran sus ideas.
Mientras perfeccionaba ese trozo de madera que formaría parte de la obra terminada, lo acompañaba una música exquisita. Disfruta de su entorno natural y de lograr la mejor veta, el mejor pulido y una adaptación perfecta de cada elemento.
Una segunda oportunidad
Se llama a sí mismo ermitaño pero reconoce tener amigos de muchos años que siempre le han tendido una mano. Un problema de salud y mucho cansancio lo alejaron de su actividad original al frente a una empresa constructora en una gran urbe.
En Traful, en un ambiente familiar y frente a una chimenea, comenzó su afición. Con el tallado de un palito de radal con su cortaplumas logró realizar varias piezas sencillas y ese fue el comienzo de su cambio de vida.
Inició su actividad en el año 1992. Al principio, regaló a sus amigos lo realizado. Luego, en forma progresiva, comenzó a vender sus obras y realizó exposiciones de sus trabajos, con gran éxito.
Su mayor placer es realizar a diario tareas distintas e imaginar nuevos formatos para sus piezas.
Así, proyecta y dibuja cada obra, cada concepto antes de encarar un nuevo trabajo que le han encargado.
Sus piezas siempre cuentan con un detalle que las destaca. Ello le impone muchas horas de dedicación y es su incentivo, ya que aborrece la rutina. Los trabajos en serie no son de su interés.
En sus manos, vimos los inicios de una caja de backgammon y las distintas piezas que compondrían ese juego a medida que fuera ensamblando los distintos tipos de madera. Cada una le aportaría su color, su veta particular y hasta las bisagras de la caja serían de ese mismo material.
Sus premisas son la prueba y el error, y dice que nada está hecho “más o menos” o “porque sí” o “como te salga”. Por supuesto que a lo largo de su experiencia ha acumulado secretos que pone a disposición de sus creaciones.
Entusiasta y cariñoso en la charla, nos habló de su amor y respeto por la profesión elegida. Por principios personales, pone lo mejor de sí en tiempo, arte y buenas maderas estacionadas para lograr su cometido.
“¿Computadora? Sí, tengo. Me permite almacenar y revivir todos los trabajos que pasaron por mis manos y de los que estoy orgulloso porque me llevaron muchos días de recorte, pulido y ensamble de pequeñas piezas. También guardo muchas horas de música sin la que no podría respirar”, nos dijo con cierta energía en sus palabras.
Lo dejamos explayarse acerca de “manualistas” y “artesanos” y el sentido de ambas profesiones. Sus piezas ya terminadas, sus cuatro hijos y nietos son parte de esa colección privada a la que sólo él tiene acceso.
Hubiéramos querido extender la conversación ya que su compañía fue realmente muy grata.
Su apellido es vasco, pero él tiene raíces alemanas y escocesas. Abandonamos su taller donde vive para sus creaciones rodeado de una naturaleza incomparable.
El sonido profundo del corno inglés salía de su equipo de audio. El aroma de las distintas maderas nos despidió luego de haber compartido un momento inolvidable con un artista: Jorge Virasoro.