Información detallada sobre las ballenas en la Patagonia

Avistaje de ballenas

Avistaje de ballenas Franca Austral

Ver la ballena franca austral desde una embarcación es una experiencia única, que debe hacerse, al menos, una vez en la vida. Sus saltos y estallidos en el agua, sus colas y sus movimientos nos enseñan diariamente hábitos y costumbres.

Hay que llegar bien abrigados y, si es posible, con equipo de rompeviento a Puerto Pirámide. Desde allí, ya en los primeros días de mayo comienzan a partir los avistajes a las 10, 12, 14 y 16 horas, aproximadamente.

Embarcación

Desde Puerto Madryn, tomamos la ruta provincial Nº 2 con rumbo al istmo Carlos Ameghino, único vínculo entre la península y el continente. Desde este recomendable punto geográfico se observan los dos golfos que lo custodian: el Golfo San José -al norte- y el Golfo Nuevo -al sur-, hacia el cual nos dirigíamos.

Luego de acceder a la Reserva Faunística, la sensación de estar muy pronto en la inmensidad de Península Valdés comenzó a ganar terreno entre los presentes.

El viento y el olor a mar nos confirmaron que en cuestión de minutos estaríamos en Puerto Pirámides, único enclave urbano de toda la península, desde donde salen las expediciones para realizar el famoso avistaje patagónico de ballenas. Desde Puerto Madryn fueron casi 100 los kilómetros recorridos.

Puerto Pirámides

Miles de visitantes de todo el mundo se dan cita entre los meses de mayo y noviembre para observar uno de los espectáculos más majestuosos que posee la naturaleza: el avistaje de la ballena franca austral.

Vienen con sus cámaras de fotos y sus filmadoras, ansiosos por acercarse a los gigantescos cetáceos y obtener "la fotografía" del salto o de sus enormes colas elevadas.

Y ahí estábamos, provistos de capas impermeables y chalecos salvavidas. Antes de que la lancha se introdujera en el agua, cada uno de los presentes se mimetizó con el paisaje que ofrecen los avistajes. Muy lentamente, la embarcación se convirtió en parte de las profundas y saladas aguas del mar.

Avistajes

No tardamos demasiado en observar la primera ballena que se acercó a nosotros, curiosa pero audaz.

Para nuestra sorpresa, una colosal mole oscura emergió bruscamente a la superficie del agua para caer nuevamente con un estruendo inverosímil. Nos estaba mostrando toda su grandeza.

Ballena Franca Austral

Mientras observamos el espectáculo, el guía nos contó algunas de las características más importantes de estos grandes cetáceos. La forma en que mueven el cuerpo, los movimientos de sus colas, cómo nadan, qué es realmente el chorro de agua que como spray sale hacia arriba, todo.

"La ballena franca austral presenta un cuerpo curvado y no posee aleta dorsal. Las hembras adultas miden entre 13 y 16 metros, en tanto que los machos alcanzan sólo 12. Los adultos pueden llegar a pesar entre 30 y 40 toneladas", explicó el guía.

"En la boca, que tiene forma curva, se disponen, unidas a la mandíbula superior, unas 260 placas o barbas córneas, llamadas originariamente baleen, de donde proviene el nombre castellano ballena", añadió.

Cola de ballena

Continuamos navegando. De pronto, otra ballena asomó su gigantesca cola sobre el agua, de unos cinco metros, y permaneció con la cabeza abajo durante varios minutos, abandonada a los caprichos de los vientos.

Tuvimos luego la suerte de observar una madre con su ballenato. Su gestación dura doce meses y por igual período de tiempo la hembra amamanta al recién nacido, que en el momento del parto mide cinco metros y medio.

Cuando estos animales están en capacidad de reproducción, regresan, con intervalos de tres años, al área de Península Valdés buscando aguas seguras y tranquilas para parir otra cría.

Madre y cría

En la parte superior de la cabeza poseen unas callosidades que son su "sello de identificación", como nuestras huellas digitales, por decirlo de algún modo. Y quienes las conocen o las ven habitualmente las distinguen por esta característica.

Supimos que detrás de las callosidades se encuentran los espiráculos, los orificios por los que el animal respira y desde los cuales expulsa violentamente el aire de sus pulmones. Popularmente se habla de un "chorro de agua" que emerge de sus lomos, pero en realidad se trata de aire que exhalan por estos orificios, una suerte de ventrículos nasales.

Callosidades

El tipo de avistajes que aquí se realiza es singular ya que las embarcaciones no pueden acercarse a las ballenas con motor, solo deben llegar hasta un punto y luego esperar a que sean los cetáceos los que se acerquen.

A fin de evitar alteraciones durante la época de cría y reproducción, solo se permite la navegación en el Golfo Nuevo y a embarcaciones de empresas turísticas, que deben poseer la debida autorización de la Prefectura Naval Argentina. El avistaje se encuentra totalmente regulado para proteger la integridad de las ballenas francas, declaradas Monumento Natural en el año 1984.

De las ballenas se pueden contar miles de anécdotas y curiosidades, pero es fundamental que el visitante tenga su propia experiencia. Como dijimos al principio de este texto: el avistaje de la ballena franca austral desde una embarcación es una experiencia única, que debe hacerse, al menos, una vez en la vida.

Avistaje

Ballena Franca Austral

¿Aire y chorro de agua?

La pregunta generalmente la hacen los más chicos y muchas veces no es bien respondida por los más grandes. ¿Cómo respiran las ballenas francas? La ballena franca exhala el aire en forma de "V" y este aire puede levantarse hasta una altura de 3 metros, lo cual se divisa desde lejos.

Espirar de este modo responde a los dos orificios respiratorios externos o espiráculos que se ubican en la parte superior y posterior de la cabeza y que se cierran herméticamente al sumergirse para evitar el ingreso de agua a las vías respiratorias. El aire expulsado se condensa por las diferencias de temperaturas. Esto dio origen a la creencia errónea de que las ballenas lanzaban chorros de agua. Esta forma de soplido facilita su identificación a mucha distancia, vulnerabilidad natural que jugaba en el pasado a favor de los cazadores de ballenas.