Es una de las excursiones tradicionales para conocer el glaciar Perito Moreno. La belleza es infinita y las luces del atardecer lo hacen aún más espectacular.
Las pasarelas permiten tener una vista privilegiada del glaciar Perito Moreno. Su sistema cómodo y versátil es un incentivo para caminarlas, explorarlas y disfrutarlas a pleno, ante la maravilla natural imponente de los paredones de la lengua de hielo. Esta es una de las excursiones tradicionales en la tierra de los glaciares. Con la puesta del sol El paseo comienza en la puerta del alojamiento. El traslado a través de la ruta 11, que bordea la margen sur del lago Argentino desde El Calafate hasta el Puerto Bajo las Sombras, se enriquece con las descripciones de los guías profesionales. A modo de introducción, con los cordones montañosos y bosques magallánicos como telón, conocerán todos los aspectos del lago y el Parque Nacional Los Glaciares. Es una visita que demanda varias horas y suele comenzar a la mañana. Hielo & Aventura propone una salida al atardecer, para tener una experiencia diferente con las luces doradas de la tarde. Desde el puerto, los pasajeros se embarcan en los confortables catamaranes para iniciar el safari náutico, navegando el brazo Rico del lago Argentino. Es allí donde el glaciar se va desplazando como un gigante coloso hasta que cierra el paso del agua en el Canal de los Témpanos para iniciar un nuevo ciclo de compresión y luego ruptura, la gran ruptura que sucede cada tantos años y convoca a turistas de todo el mundo.
Luego de la navegación, los visitantes desembarcan en el sector de pasarelas frente al glaciar. Estas se pueden recorrer en varios sentidos y cuentan con balcones, miradores, senderos y escalinatas interconectados de una forma que permiten apreciar el glaciar desde distintas perspectivas. Torres y crestas de hielo se elevan de forma descomunal. El paseo al atardecer es inspirador y muy gratificante por la imponencia tan cercana del gigante, bañado con la puesta del sol. Pasarela Náutica es un paseo de baja dificultad, apto para todas las edades, y tiene una duración de siete a ocho horas. Se puede hacer todo el año y se recomienda prestar atención al equipamiento: ropa cómoda y abrigada, campera y pantalón impermeable, gorro, guantes, calzado cómodo, lentes de sol, protector solar, comida y bebidas. En verano, es ideal vestirse por capas, «estilo cebolla». Luego se retoma la vuelta a El Calafate, con la sensación mágica de haber presenciado una de las grandes maravillas de la naturaleza.