Capital nacional del trekking, la pequeña urbe de El Chaltén es magnífica para caminar y caminar. Un lugar para los amantes del las caminatas y la vida en la montaña.
Decir "El Chaltén" es sinónimo de montaña, de caminatas, de trekking, de escalada deportiva, de vida al aire libre. El pueblo fue creado en 1985 y desde sus orígenes se fue armando siguiendo los rasgos que tenían sus primeros visitantes: el amor por las montañas.Así, el pueblo más joven de la Argentina fue creciendo y hoy ya tiene mil habitantes que permanecen en él casi durante todo el año y que orgullosos dan cuenta a sus conocidos de formar parte de esta gran comunidad que ha sido declarada Capital Nacional del Trekking.
Lugares para caminar sobran, tanto de gran dificultad como de poca, todos con paisajes ideales que por momentos parecieran volverse todos distintos, aptos tanto para quienes recién empiezan como para aquellos que ya tienen vasta experiencia en la montaña e incluso en la escalada.Una característica ideal que tiene El Chaltén es que sus senderos salen directamente del pueblo y los hay para todos los gustos. De una hora, dos, tres y hasta de todo el día, algunos incluso permiten pernoctar en el lugar y luego desde allí seguir haciendo trekking la cantidad de días que los caminantes crean necesario.
Entre los que más se destacan aparecen la Laguna de los Tres (desde donde se comienza a realizar el ascenso al Fitz Roy), el trekking al glaciar Torre y la travesía de siete a diez días por los campos de hielo continental, cuyas fotos pareciera fueran tomadas en el Polo o en la Antártida.
Pero además de estos, otros senderos toman protagonismo y son visitados todos los días del año por centenares de turistas que se le animan a la montaña y a sus escondidos paisajes.Apenas se entra al pueblo, aparece una senda que permite llegar a distintos miradores de fácil acceso. Entre estos se encuentra el Mirador de los Cóndores (a un kilómetro de la ciudad) y el Mirador de las Aguilas (a dos kilómetros de la ciudad).
De un poco más de dificultad, están la Loma del Pliegue Tumbado (a doce kilómetros de la ciudad) y la inigualable laguna Toro, a la que se llega luego de transitar quince kilómetros, lo que equivale a casi siete horas de dura caminata para los más experimentados.Detrás del hotel Los Cerros, uno de los más hermosos de El Chaltén, aparece el sendero que lleva al glaciar Torre y a la laguna Torre. Esta caminata exige casi tres horas, que se encuentran justificadas minuto a minuto por las maravillas naturales que se pueden ver.
Al final del pueblo, los carteles anuncian los senderos que llevan hacia la base del Fitz Roy, paraje conocido como Laguna de los Tres.
Antes de llegar a destino, surgen otros lugares emblemáticos como la laguna Capri, la laguna Madre e Hija o los campamentos Poicenot y Río Blanco, cuya belleza se manifiesta de manera inmediata a los caminantes.Camino al Lago del Desierto (donde también es posible realizar un trekking hasta el glaciar Huemul) aparece a tan solo cuatro kilómetros el famoso Chorrillo del Salto, punto de interés que permite, tras una trepada de apenas quince minutos, apreciar un salto cuyas aguas frescas caen al vacío formando una singular laguna.
Muchos son los caminos. El Chaltén tiene todo lo que necesita el visitante para caminar. Caminar en la Capital Nacional del Trekking es parte de la vida diaria de quien vive y se aloja allí, más allá del tiempo de permanencia en esa ciudad.
Con un espíritu distinto a casi todas las ciudades del país, El Chaltén posee senderos para todos los gustos. Solo hay que tomarlos y hacerse camino al andar.