Con un diagrama de calles muy particular, casi en semicírculo, La Junta ofrece su mejor vestimenta frente al turismo que llega para conocerlo y disfrutar de su entorno.
Nada mejor que conocer
La Junta haciendo una caminata por sus calles y alrededores. La iniciamos en su plaza principal. Recientemente renovada, está bien iluminada y tiene una estructura moderna con una pérgola en el centro y juegos para niños. Nos impresionaron gratamente su juego de corredores y su lago artificial, construido siguiendo la figura del Lago Rosselot, que desagua en el Río Rosselot, río que luego se une al Palena muy cerca del pueblo, dando origen al nombre de La Junta, "Pueblo del encuentro". Todo realizado con piedra y madera, lo cual se repite en las construcciones nuevas de su entorno. Nos acompañó Rubén Gallardo, guía de turismo de la localidad, quien a partir de allí nos mostró su entorno. ¿Quién mejor que alguien que ama La Junta para contarnos de su desarrollo y lugares de interés?
Cerca de la plaza se hallan la Posta de Salud, la Oficina del Comité de Agua, Telefónica del Sur y el Cuartel de Bomberos. También, en un moderno edificio está la sede de Adultos Mayores. En una esquina se destaca su iglesia católica. Nos paramos unos minutos ante este edificio que tiene la misma edad que el pueblo. Tejuelas oscuras de maderas de alerce, antigua y muy sencilla. Nos dio gusto caminar por calles anchas y despejadas, y descubrimos que las principales eran Patricio Lynch y Antonio Varas. Sobre ellas se encuentra gran parte del comercio y sentimos mucha tranquilidad y silencio a pesar de que era horario comercial y de atención en oficinas públicas.
Recorriendo el pueblo, notamos una unión entre las construcciones antiguas y las más modernas, lo cual constituye de por sí una de sus características. Muchas casas de una sola planta conviven con otras que han incorporado una superior. La madera es el elemento de construcción que las asemeja. La sede de Información Turística cuenta con amplio horario de atención y los artesanos locales muestran allí sus trabajos con manila (planta fibrosa de la zona), pintura sobre madera y tejidos. También conocimos las oficina del CONAF y la Oficina Municipal de la Comuna de Cisnes.
Un detalle singular
Allí mismo, sin salir del pueblo, sentimos que una gran cantidad de pájaros se posaban y cantaban desde los árboles de la calle. Una prueba de la tranquilidad del lugar. En la parte céntrica hay una gran diversidad de hospedajes. Los alojamientos y cabañas fueron aumentando en número y mejorando su servicio en la medida en que el incremento de turistas se hizo sentir. Nos dijo Rubén: “El turismo se viene desarrollando y ampliando en los últimos años por la ubicación privilegiada de La junta. Llegan turistas que ingresan a la región por vía terrestre desde el Norte del país y de Argentina”. A lo que agregó: “Además, los vecinos de La Junta han cambiado su mentalidad meramente campesina y se acomodan al incremento del turismo, sumando ingresos a sus actividades ganaderas o agrícolas habituales con otras relacionadas con lo turístico”.
A festejar se ha dicho
A la posibilidad de practicar deportes se suman la fiesta de rodeo con caballos chilenos durante la fiesta costumbrista a fines de enero. Durante un fin de semana todas aquellas tareas que realizan a diario los habitantes de La Junta son mostradas al publico. Así es que se comparten sus comidas tradicionales, la artesanía con madera de árboles autóctonos, sus asados al palo o con cuero. Es una fiesta familiar que disfrutan los locales y la comparten con los que llegan desde fuera.
Si, en cambio, se llega a La Junta como turista durante la segunda semana de febrero, se puede participar de su fiesta aniversario, de espíritu localista, con competencias de distintos tipos de juegos y elección de la reina. Se trata de un pueblo del interior con mentalidad progresista, con aroma a cielo y a pastos siempre verdes.