Al recorrer sus salas se observan elementos pertenecientes a culturas anteriores a las nuestras, que han sido estudiados con paciencia y esmero.
San Antonio Este es una pequeña localidad en la que la principal actividad comercial es su puerto de aguas profundas. Resulta sorprendente encontrar el museo privado de Constantino Vicci, dedicado a reunir objetos de valor histórico, arqueológico y paleontológico. Don Vicci en persona se ocupó de guiarnos por las salas muy bien acondicionadas, donde las piezas se observan con claridad. Resultó interesante saber de sus salidas de campo junto a su yerno en busca de puntas de flecha, chaquiras (collares de cuentas) y otros testimonios indígenas. Fuimos observando los distintos paneles y admiramos una colección de fósiles animales y vegetales, de araucaria, piñones, higos, cortaderas, turritelas (caracoles de mar), dientes de tiburón, etc. También, restos de armas, balas y utensilios utilizados por los soldados de los fuertes erigidos durante la Campaña del Desierto de Julio A. Roca. Nos pareció un detalle curioso la exhibición de un par de antiguas vértebras humanas, que se presume pertenecieron a soldados, atravesadas por flechas indígenas. Es la dura afirmación de las disputas del pasado entre las diferentes culturas.
Hacia el final del recorrido vimos elementos de la vida diaria y de trabajo que fueran donados por los viejos pobladores de la región. Son el fiel reflejo del comienzo de la colonización local durante el siglo anterior. Dejamos a don Constantino, a quien agradecimos la visita y prometimos dar a conocer el museo y sus valiosas reliquias.