San Antonio Oeste, bañado por las aguas del océano Atlántico, cautiva a visitantes con su rica historia, belleza natural y una variedad de actividades para explorar. En este destino, donde la naturaleza se mezcla con la tradición, florece la historia de la elaboración de aceite de oliva. El clima semiárido acompaña a los productores de la región que abrazan el desafío de cultivar olivares que produzcan aceite de calidad excepcional.
Un regalo que enriquece cada bocado
Con esquejes provenientes de Catamarca, Oleosan inició su emprendimiento y, hoy en día, es un referente del aceite de oliva virgen extra en la Patagonia. La plantación de las variedades de arbequina y misión marcó el comienzo, seguido por la instalación de una red de riego de 200 hectáreas desde el canal Pomona San Antonio.
Después de 6 o 7 años de inversión, la apertura de la esclusa dio paso a la cosecha y la elaboración de un aceite de calidad excepcional que conquistó el mercado. A partir del 2022, la historia del emprendimiento dio un giro hacia el turismo gastronómico, con la construcción de un salón de degustación para recibir visitantes y brindar charlas explicativas, así como la expansión del salón de venta al público y la plantación de un viñedo de 3 hectáreas. La diversificación continúa con 40 hectáreas adicionales de olivos para expandir la producción de aceitunas verdes de mesa.
La calidad y resistencia de estos olivares, combinada con la pasión de los productores, elevan la presencia de los aceites de oliva patagónicos en el escenario internacional. Cada gota de aceite de los olivos patagónicos es una expresión única de la perseverancia, la innovación y la belleza inherente a esta región. Un tesoro líquido que captura la esencia del mar y comparte su historia a través de un sabor auténtico.
El clima árido de la estepa de San Antonio Oeste, influenciado por la proximidad del mar, es una bendición para las plantaciones de olivos. Las variaciones térmicas entre el día y la noche contribuyen a la acumulación de aromas y sabores en las olivas, dotándolas de complejidad y carácter. Este equilibrio climático favorece la maduración gradual de las aceitunas, fundamental para la obtención de aceites de oliva premium. Además, la brisa salina infunde a las aceitunas un toque distintivo y enriquece la paleta de sabores de los aceites producidos en esta región costera.
La versatilidad del aceite de oliva se revela en ensaladas frescas, aderezos sofisticados y marinados que transforman carnes y pescados. El aceite de oliva es una expresión de la tierra, un regalo que enriquece cada bocado con su esencia. Por eso, Oleosan te invita a ser parte de su historia, visitándolos y compartiendo la emoción de este nuevo capítulo de equilibrio perfecto entre lo amargo y lo afrutado de las olivas.