Visitamos el Museo del Tren. Dentro de la antigua estación del ferrocarril aprendimos sobre la historia del ramal Puerto Deseado – Nahuel Huapi.
Estando en
Puerto Deseado, nos dirigimos a la antigua estación de tren. Allí nos encontramos con la Asociación Ferroviaria 20 de Septiembre, la cual es la encargada de llevar adelante el Museo del Ferrocarril de la ciudad. Esta asociación está conformada por ex-trabajadores ferroviarios que con dedicación y pasión han logrado rescatar gran parte del material usado en la época en que el tren corría. Estos elementos, junto con los añorados recuerdos y momentos compartidos por los compañeros de trabajo, parecen cobrar vida con la llegada de un visitante que desea conocer qué fue lo que sucedió con el tren en estas latitudes. Fuimos recibidos por Ricardo Vázquez, uno de los encargados de mostrar el museo, quien con entusiasmo nos relató la historia y los distintos avatares que sufrió este ramal austral.
La asociación ferroviaria recibe el nombre de 20 de Septiembre por haber sido aquel el día en que la locomotora Nº 163 recorrió los primeros 1.000 metros de lo que sería el ramal Pto. Deseado – Nahuel Huapi. El año en que sucedió este acontecimiento fue 1909. Junto con Ricardo fuimos atravesando las salas que conforman el actual museo, donde pudimos observar grandes paneles en los que se explicaba los momentos en que se construyeron las vías. También observamos fotografías, maquetas, teléfonos antiguos y diferentes elementos de época. A medida que íbamos transitando por los pasillos del museo, logramos comprender parte de la historia ferroviaria de nuestro país.
Gracias a la ley de Fomento de Territorios Nacionales impulsada por Ramos Mejía, se creó el ramal ferroviario que uniría Puerto Deseado con Nahuel Huapi, en Bariloche. De esta manera se construyó la estación de ferrocarril de la ciudad con piedras de la zona, gracias a la mano de obra de picapedreros yugoslavos y croatas. En 1909 comenzó a funcionar el tren, pero el proyecto original quedó trunco a 283 kilómetros en la localidad de Colonia Las Heras. Las causas fueron la 1º Guerra Mundial, ya que se dejaron de importar los materiales para la construcción, y el hecho de que Ramos Mejía se trasladó a otro ministerio, con lo cual quedó relegado el proyecto. En este tramo de 283 kilómetros se encuentran 14 estaciones de tren, hoy deterioradas por el tiempo. Cabe destacar que las estaciones se encuentran cada 20 km, debido a que las locomotoras que se utilizaban eran a vapor y debían abastecerse de agua.
El ferrocarril impulsó el desarrollo de Puerto Deseado mientras estuvo en funcionamiento. Lamentablemente, en 1978, con la presidencia de Videla – durante el gobierno militar – se optó por cerrar el ramal por haber sido considerado antieconómico. Los vagones y locomotoras fueron vendidos a desarmaderos y sólo se logró rescatar el vagón conocido con el nombre de Reservado 502 gracias a la valentía de un grupo de vecinos de la localidad que impidieron su retiro. En la actualidad, se encuentra en perfecto estado de conservación en la plaza céntrica de la ciudad. Este vagón fue utilizado por el coronel Varela durante las huelgas y manifestaciones de los peones rurales que se rebelaron contra sus patrones reclamando mejores condiciones de vida y salarios justos en lo que luego fue conocido como la Patagonia Rebelde.
Transitar por las silenciosas salas de la estación de tren, espiar pos sus ventanas hacia fuera y escuchar con melancolía el relato de nuestro anfitrión nos hizo viajar al menos un instante al tiempo en que el ferrocarril era sinónimo de progreso, trabajo y prestigio nacional. Recomendamos visitar estas antiguas instalaciones. Sus muros nos cuentan gran parte de la historia que atravesó este particular gremio del sur.