A fines de otoño, el viaje migratorio de las ballenas francas australes alcanza las costas patagónicas para reproducirse, parir y amamantar a sus crías en aguas más cálidas. La Península Valdés y el Golfo Nuevo son algunos de los destinos para disfrutar de este espectáculo de la naturaleza.
La ballena franca austral (Eubalaena australis) se distribuye en aguas subtropicales y subantárticas del hemisferio sur y es protagonista de la costa patagónica entre junio y diciembre. Las características oceanográficas de la península recortada por altos acantilados y los golfos reparados de los vientos hacen que la fauna marina encuentre los atributos necesarios para la época de reproducción. Las aguas más tranquilas también colaboran con la crianza de los ballenatos.
Avistaje de ballenas tradicional
La excursión tradicional para observar a las ballenas en su hábitat natural parte de Puerto Pirámides. La navegación en embarcaciones semirrígidas ofrece una proximidad a las ballenas, ideal para el disfrute de las danzas y piruetas de estos gigantes del mar.
Southern Spirit tiene más de 20 años de experiencia en la navegación con ballenas, de modo que conoce sobre el manejo de estos escenarios, patrones de movimiento y preferencias de estos mamíferos marinos. La agencia ofrece este paseo náutico en el Golfo Nuevo, desplazándose un radio de 10 millas de Puerto Pirámides.
En estos paseos tradicionales, es frecuente ver a las madres con sus crías, porque se mantienen en superficie y se acercan para hacer contacto. En esta temporada de avistaje, las aguas del golfo se convierten en un gran jardín maternal. Desde el nacimiento, las ballenas ya se pueden identificar por las callosidades blancas características sobre el cuerpo negruzco. A través de estas identificaciones, se pueden conocer las líneas maternales.
Avistaje submarino
Desde Puerto Pirámides, la segunda opción es el avistaje submarino con el semisumergible Yellow Submarine, una embarcación de dos cubiertas. Los pasajeros circulan libremente de una cubierta superior para tener una experiencia tradicional a una cabina submarina, desde la cual sentir la cercanía de las ballenas comparable con el buceo. Se trata de disfrutar de una perspectiva diferente de los viajes de las ballenas, un privilegio irrepetible.
El arribo de las ballenas francas australes al Golfo Nuevo es el inicio de una nueva temporada de avistajes de la especie que hoy en día se encuentra protegida en todo el mundo. En nuestro país es Monumento Natural Nacional.
Los guías balleneros garantizan una experiencia sin igual, cuidando que la actividad cumpla con el protocolo de las buenas prácticas para el avistaje de estos seres majestuosos del mar.