En el corazón del Parque Nacional Vicente Pérez Rosales, se encuentra Petrohué, el destino que acoge a los visitantes que buscan explorar las maravillas de este parque nacional. Se sitúa a orillas del lago Todos los Santos, a 60 km de Puerto Varas en la Región de Los Lagos. La geografía de Petrohué es un deleite visual que desafía los límites de la aventura.
Un tour de múltiples emociones
Petrohué es el punto de partida para un emocionante recorrido que atrae a aventureros y exploradores de las maravillas naturales. Este pequeño rincón se convierte en el escenario perfecto para actividades como trekking, tirolesa, escalada en roca, rappel y kayakismo. Un destino sin límites, donde la naturaleza virgen del Parque Nacional Vicente Pérez Rosales deslumbra con la presencia de volcanes imponentes, bosques centenarios, fauna autóctona y magníficos saltos de agua.
Los visitantes que llegan a Petrohué tienen la oportunidad de sumergirse en un tour de múltiples emociones, donde el trekking revela los secretos de la biodiversidad y el entorno boscoso de alerces, helechos y coihues. La adrenalina se desata con la tirolesa, la escalada en roca y el rappel que llevan a los exploradores a cimas rocosas con vistas panorámicas del lago y los saltos de agua que caracterizan la región. La travesía culmina con una experiencia única: remar contra la corriente del río Petrohué en kayak, navegando hacia la boca del lago Todos los Santos, alimentado por afluentes como el río Peulla y otros.
En términos de geomorfología, el parque se ubica en una región moldeada por la actividad volcánica, procesos tectónicos y glaciares. En la frontera con Argentina, el lago Todos los Santos deslumbra con sus aguas verde esmeralda rodeadas por tres icónicos volcanes: Osorno, Puntiagudo y Tronador que acompañan a los viajeros revelando la riqueza natural de frondosos bosques templados. Desde la laguna Cayutué con su bosque húmedo de galería hasta la diversidad de animales que incluye pumas, pudúes, zorros, monitos del monte y aves autóctonas, el parque es un santuario natural.
El río Petrohué, conocido por sus saltos, serpentea por este entorno natural, ofreciendo una red de senderos que se internan en los bosques nativos. Para actividades recreativas, destacan opciones como el Sendero Saltos del río Petrohué, Los Enamorados, Laguna Verde y Velo de la Novia. Cada uno ofrece una experiencia única, desde paseos cortos hasta rutas más extensas con impresionantes vistas. Las excursiones llevan a lugares más remotos, como el Sendero Paso Desolación en los faldeos orientales del volcán Osorno, que abarca 12 km con panorámicas del volcán Tronador y el lago Todos los Santos.
Este rincón privilegiado y conservado no solo cautiva a los amantes de la naturaleza, sino también a aquellos que buscan una experiencia diferente para disfrutar de las vacaciones en el entorno mágico de la cordillera andina.