Los días largos del verano permiten aprovechar las orillas del lago durante muchas horas y permanecer hasta que la temperatura y la luz solar bajan su intensidad.
En San Martín de los Andes, como en todas las localidades de la Patagonia, cada verano es distinto al anterior, pero hay algo que no cambia y es que cuando el calor aprieta, lo mejor es calzarse el traje de baño, reunir en una canasta una pequeña merienda y partir hacia la playa. Las más tradicionales, aunque a distancias diferentes, son las de Catritre y Quila Quina. Catritre reúne a los más jóvenes y las familias que concurren en auto, en bici pero también caminando. Muchos optan por realizar los cinco kilómetros de ida y otros tantos de regreso a pie por el solo hecho de hacer ejercicio y contemplar el paisaje magnífico que ofrece el camino hacia el paraje. Existe un área delimitada para baño donde los chicos pueden disfrutar sin peligro. Mientras tanto, los grandes pueden tomar sol y dejar que la vista se distraiga con el paso de las embarcaciones deportivas y de paseo y las zambullidas de los más valientes. Por detrás del área de arena y pedregullo, hay una zona de sombra y una confitería donde tomar una cerveza. Existen dos sectores de acampe atendidos por la comunidad mapuche Curruhuinca.
Para llegar hasta las playas de Quila Quina la distancia es algo mayor, ya sea que se acceda en automóvil o en una de las lanchas que parten del muelle de la costanera. En el primero de los casos, el trayecto por los faldeos montañosos ofrece imágenes imperdibles y el primer contacto visual con la villa, antes de llegar, es inolvidable. Una vez en ella, impactan su tranquilidad y sus residencias formidables. Se puede tender la lona o colocar la reposera playera a lo largo de las márgenes del lago pero hay dos sectores habilitados donde la arena es más apreciada. Uno de ellos es al lado del muelle en el que atracan los catamaranes y las lanchas deportivas; cuenta con una confitería muy coqueta donde tomar algo mientras se aprecia el ir y venir de los bañistas y la actividad intensa de las embarcaciones livianas. Otro sector de baño es La Puntilla, cuya principal cualidad es su ubicación, ya que está resguardado de los vientos imperantes. Quila Quina es el balneario favorito de los sanmartinenses y lugar de encuentro entre amigos y amantes de los deportes acuáticos. Existen en esta zona dos camping organizados. Uno de ellos está ubicado sobre la costa del río y sus instalaciones son muy confortables. El más reciente está sobre la orilla del Lácar y ambos invitan a pernoctar en uno de los parajes más espléndidos de las inmediaciones. Cuando llegan los días de temperatura agradable y buen sol, la ropa abrigada y el calzado pesado quedan atrás y se encaran las salidas al aire libre. Entonces, reencontrarse con las playas por las tardes es un clásico.
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