Subidos a una moto, decidimos conocer los alrededores de San Martín de los Andes. Te mostramos algunas de las opciones para recorrer en dos ruedas.
Como para despedirnos de los días cálidos en la región cordillerana, Guillermo Keenan, de Patagonia Motos, nos invitó a recorrer algunos de los clásicos paisajes que rodean
San Martín de los Andes. La propuesta consistía en tomar el camino con sus motos viajeras, elegir algún circuito y dejar que el viento nos guíe. Desde hace algunos años, Guillermo quiso compartir la pasión por las motos con todos los que visitan esta hermosa ciudad de la Patagonia norte. La idea es realizar viajes a través de la cordillera recorriendo sus encantos naturales. Con esta premisa nos pasó a buscar para emprender un variado itinerario. Ese día de marzo amaneció bastante cerrado, pero el pronóstico anunciaba sol, así que con las camperas y los cascos puestos salimos en primer lugar rumbo al Lanín.
Mientras la Transalp 650 y las Honda 400 avanzaban seguras por la Ruta Nacional 40, Guillermo nos comentaba los recorridos, la mayoría trazados dentro de las áreas del Parque Nacional Lanín. Hay dos circuitos para hacer en el día con el volcán Lanín como protagonista, uno hacia la cara norte en el sector conocido como Tromen, como se llamaba antiguamente el paso fronterizo que ahora lleva el nombre de Mamuil Malal; otro hacia la cara sur, en el área de Huechulafquen. Cerca de
Junín de los Andes también se puede recorrer el circuito del
lago Curruhue y las Termas de Lahuen Có, pasando por bosques de coníferas centenarias, el Escorial y diferentes lagunas de singular belleza.
De paseo
Nuestro avezado guía nos mostraba lo fácil y seguro que es conducir este tipo de motos en caminos de montaña. A la vuelta del Lanín, nos dirigimos al circuito de Hua–Hum y lago Queñi, otro interesante sector del parque nacional que llega hasta el paso fronterizo, después de transitar por la ruta nacional 48, en su mayoría de ripio con entretenidas curvas y contracurvas. En uno de los miradores del lago Lácar nos detuvimos para contemplar la vista de la ciudad. Luego, como queríamos conocer un poco de cada circuito, nos volvimos para dirigirnos al circuito Arrayanes. Esta propuesta de medio día permite conocer el camino viejo a Chapelco, con diferentes miradores que lucen excelentes vistas panorámicas del Lácar y del valle. También se puede elegir trayectos cortos como Meliquina, lago Lolog por el camino viejo y Quila Quina, para andar en moto y pasar el resto del día disfrutando de estos paisajes.Nos quedaron pendientes otras travesías para hacer, desandar la ruta del Che o la clásica ida a Bariloche por 7 Lagos, por eso Guillermo nos invitó para el próximo verano realizar estos viajes más largos, que resultan una verdadera experiencia de aventura para vivir en moto.