Entre Lagos es una pequeña y pintoresca villa a orillas del lago Puyehue. Ideal para pescar con mosca, caminar sus calles u observar el colorido de sus casas. Y, por supuesto, para comer salmón.
Entre Lagos es un pequeño poblado de casas bajas pintadas todas de distintos colores. Con sus restaurantes y pequeños cafés que sirven pisco y
pies de limón a toda hora, es el principal centro de actividades comerciales y servicios que tienen las poblaciones que están a orillas del lago y desde los últimos años ha logrado convertirse en el centro de operaciones de los recursos naturales y turísticos de los alrededores. El Puyehue es uno de los lagos más hermosos que tiene Chile. Posee una superficie de casi ciento veinte kilómetros cuadrados y alberga en su interior a las islas Cui Cui y Fresia.
A lo largo de sus costas se localizan complejos turísticos, coquetas hosterías y algunos restaurantes que han sabido incorporar la belleza de este espejo de agua a los distintos ambientes por los que pasan su estadía los turistas. Simplemente, el amanecer y la puesta del sol sobre el lago son un espectáculo que brinda todos los días la naturaleza y que se encuentra al alcance de todo aquél que se lo proponga.
El potencial de crecimiento del pueblo nunca fue observado como en los últimos tiempos en que las ofertas de turismo rural, pesca deportiva en ríos y lagos, cabalgatas, safaris fotográficos, ruta del salmón y turismo ecológico o agroturismo se han expandido notablemente. Y no lo han hecho sólo por los alrededores del lago Pueyehue, sino por toda la costa del fantástico lago Rupanco, que se encuentra a tan sólo contados minutos del primero. Sus llamativos saltos de aguas blancas y las comunidades que lo habitan desde hace siglos lo vuelven un paraíso para quienes se animan a navegarlo.
Pero el espectáculo no se encuentra sólo en el agua. La presencia de grandes volcanes, como el Puyehué, el Casablanca y el más llamativo de todos, el Puntiagudo, le aporta a la comuna el toque de distinción justo para que todo se convierta en un verdadero deleite.