Ni bien se la camina, esa cuadra tiene un no se qué, que rápidamente la diferencia del resto. Su don logra transportarnos 150 años en el tiempo hasta la época en que los colonos alemanes llegaban al lugar…
Los primeros colonos La idea del gobierno de Chile de abrir campo a inmigrantes alemanes en las provincias del sur se hizo realidad con la llegada del vapor “Catalina” al puerto de Corral, el 25 de Agosto de 1846. Los primeros alemanes que llegaron eran en su mayoría artesanos y carpinteros y se pusieron a trabajar inmediatamente en la construcción de sus casas. El 7 de Octubre de 1852, Conrad Stückrath y Ana Barbara Pfeil, originarios de Guxhagen, estado de Hessen, Alemania, partieron desde Hamburgo a bordo del barco Henriette y llegaron al puerto de Corral (Chile) el 2 de Enero de 1854. En
Osorno tuvieron 7 hijos a los que llamaron Germán, Sofía, Elise, Federico, María, Heinrich y Gedeón.
Conrad era un verdadero artesano de la madera. Se instaló en la calle Mackenna, la cuál jocosamente era llamada “Die Rothemburger Strasse” por los inmigrantes, ya que las familias que allí vivían provenían principalmente de Rhotemburg (Alemania), y dio origen a una dinastía de mueblistas que recién se extinguió al fallecer sus nietos.
La calle de los recuerdos Pero todo comenzó en el año 1882, cuando Conrad inauguró su residencia ubicada actualmente en Mackenna 1095, esquina Freire. Esta vivienda tenía la particularidad para su época de tener un piso con soberado y de que su fachada principal se recoja formando un hermoso corredor exterior. Sin pensarlo, había construido la que hoy es considerada como una de las construcciones más antiguas de Osorno.
En 1884, uno de sus hermanos, Germán, decidió construir en la misma calle una vivienda que pasaría a corresponderse con una tipología arquitectónica que se dio en Osorno entre los años 1850 y 1890. Lo novedoso es que el portal de ingreso conformaba la vereda y el corredor al mismo tiempo. En 1890, Federico Stuckrath también construyó su hogar con la planta baja de la casa organizada a lo largo de un pasillo central que une los corredores exteriores con sus dos fachadas, lo que servía como lugar de encuentro durante las tardes. Para seguir con la tradición familiar, los Schüller, primos de los Stuckrath hicieron sus casas en la misma calle, hoy Mackenna 1027 y 1011, en los años 1894 y 1923 respectivamente.
El paso del tiempo Hoy, estas cinco viviendas ubicadas en la misma calle han sido declaradas monumentos históricos y se encuentran protegidas por leyes del gobierno chileno que impiden modificar sus fachadas e incluso refaccionar sus interiores. Cuando se le pregunta a cualquier peatón sobre datos de la cuadra, de familias o de las casas, todos coinciden en que la persona indicada para hablar sobre el tema es Margot Stuckrath, una de las mujeres más conocidas de Osorno, descendiente directa de los primeros colonos alemanes que poblaron el lugar. Margot cuenta orgullosa que sólo una de las casas, que afortunadamente es la que ella habita (Mackenna 1069), ha logrado pasar de generación en generación dentro de la familia. El resto de las propiedades han sido vendidas, pero actualmente todas se conservan como antaño.
“Esta casa fue construida por mi abuelo Federico Stuckrath en 1890 y allí vivió junto a mi abuela hasta el año 1929. Luego la casa fue arrendada a diferentes familias de Osorno hasta 1971, fecha en que me hice cargo yo de la casa y abrí esta tienda de artesanías (Alta Artesanía)” Hoy, la cuadra ha sido ocupada por diversas actividades y comercios entre las que se desarrollan algunas tiendas, bares y pubs, cervecerías alemanas, tabaquerías e incluso algunos restaurantes, pero sus puertas y ventanales, sus veredas techadas y sus detalles hechos en madera siguen intactos. La calle Mackenna, entre Cochrane y Freire, es un verdadero tesoro que ha logrado permanecer ajeno al paso del tiempo. Un tiempo que nos transporta a un pasado alemán y que nos permite hacernos una idea de cómo empezó todo en esta hermosa región de los lagos chilenos.