Es el portal de ingreso a un circuito de características singulares, con los colores propios de cada estación y la paz que ofrece el contacto directo con la naturaleza.
Las localidades de
Aluminé y
Villa Pehuenia, por su cercanía, comparten rasgos y forman parte de un itinerario turístico que cada año es más visitado. Situadas en la Patagonia norte, cuentan con áreas naturales protegidas como el parque nacional Lanín y reservas provinciales como la de Chañy y la de Batea Mahuida. Reúnen bosques milenarios de araucarias, espejos de agua de origen glaciar y paisajes hermosos que se pueden apreciar mientras se circula por las rutas del sector. Luego de admirar la bonita Aluminé, nos fuimos de paseo hacia Villa Pehuenia. A lo largo del trayecto, se practican muchas actividades deportivas y de contemplación. La pesca es una de ellas y quizá la más apreciada. En lagos y ríos se privilegia la modalidad
fly fishing o mosca; el río Quillahue es muy frecuentado. También se ha hecho conocido el
rafting, especialmente en las aguas del río Aluminé. La fuerza de la corriente y su relieve escarpado son ingredientes para una actividad con adrenalina que está en manos de guías experimentados.
Villa Pehuenia se encuentra enclavada a orillas del lago Aluminé; sus casas cuelgan hacia el espejo de agua y la calle céntrica, de unas pocas cuadras de extensión, muestra un pequeño poblado con vida propia aun en invierno. Su volcán Batea Mahuida, además de proporcionar una excelente vista desde su cumbre y la posibilidad de practicar parapente y aladeltismo en verano, ofrece un parque de nieve en temporada invernal.
A escasos kilómetros del centro de la villa, por un camino angosto con varios puntos de interés, nos dirigimos hacia el lago y paraje Moquehue. Allí predomina la vegetación autóctona y en especial las araucarias de distinta antigüedad y es, además, el comienzo de varios circuitos de excursión en vehículos 4 x 4. Los amaneceres y atardeceres en esta región tienen una magia única. Sentarse frente a alguno de sus lagos o escuchar el murmullo constante del agua sobre del lecho de piedras de los ríos da lugar a momentos inolvidables.