Muy cerca de Esquel, se puede disfrutar de una cabalgata sencilla que puede variar en su duración, desde paseos cortos a otros de día completo. Las agencias de la ciudad organizan las excursiones que discurren por amplios valles de tradición rural.
Muy cerca de Esquel, se puede disfrutar de una cabalgata sencilla que puede variar en su duración, desde paseos cortos a otros de día completo. Las agencias de la ciudad organizan las excursiones que discurren por amplios valles de tradición rural.
El paseo gana altura en los cerros y cañadones hasta llegar a un sector de descanso para disfrutar de una ronda de mate o una merienda, mientras las vistas del valle de Esquel y de los cerros invitan a comulgar con la belleza de la naturaleza, el silencio, el aire fresco y la tradición del andar a caballo. Volviendo a la chacra, alguien se podrá animar al trote suave y la experiencia toma otro impulso cargado de emociones y sensaciones de libertad. Luego de desensillar los caballos y darles agua y alimento, el paseo se extiende en charlas amenas y fogones, tortas fritas y otra ronda de mate. Los anfitriones de Los Álamos son gente de campo, amable y hospitalaria. El circuito más frecuente está pensado para hacer en dos horas. Las cabalgatas en Esquel están disponibles todo el año.
Miriam Coronel
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