Visitamos la Asociación Amigos del Tren y recorrimos las instalaciones del Museo Ferroviario Roberto Galian.
Enclavado donde funcionara el complejo ferroportuario de la empresa Yacimientos Carboníferos Fiscales –YCF–, el Museo Ferroviario Roberto Galian invita a recorrer parte de la historia de las máquinas a vapor que se utilizaron en estas latitudes y del ramal
Río Turbio. La iniciativa del museo del tren surgió de cinco jubilados ferroviarios de la ciudad el 20 de diciembre de 2004, quienes con el afán de preservar el patrimonio histórico ferroviario de
Río Gallegos se dispusieron a su creación.
Al ingresar, el museo cuenta con paneles fotográficos en los que se aprecia la historia de los trabajadores y de la empresa. Otros paneles muestran herramientas y distintos elementos que eran utilizados en el trabajo diario; se resaltan las costumbres, tradiciones y leyendas de los ferroviarios y mineros. De esta manera se realiza un viaje imaginario por la historia del Ramal Ferroportuario de YCF y de los distintos cambios que se fueron sucediendo al pasar a manos privadas. Todo el material del museo se dispone en una única sala con muy buena cartelería que indica las características principales del elemento que se observa.
Para culminar, en el patio del museo se puede apreciar la locomotora a vapor “José Meliton Aguirre”, puesta en funcionamiento por la asociación en el año 2000 tras un particular y reconocido trabajo de restauración que vale la pena conocer. Cabe destacar que este tipo de locomotora a vapor fue construido a pedido para este ramal; fueron las últimas locomotoras a vapor construidas en el mundo en serie y no existen en otro lugar. El ancho de estas máquinas es de 2.500 mm., casi 4 veces el ancho de la trocha. El largo es de 18 metros más el tender auxiliar de 8 metros. En cuanto a los vagones, la casi totalidad de ellos es de carga, con 17 toneladas de capacidad y fabricados en 1954 por Ferrodinie. La amabilidad de la gente que conforma la Asociación Amigos del Tren de Río Gallegos, que con gran entusiasmo y dedicación atiende al turista que se acerca a las instalaciones del museo, merece su visita.