Los amantes de la pesca con mosca tienen la oportunidad de desafiar a uno de los torrentes más apasionantes para la práctica de esta actividad: el río Calcurrupe.
Se trata del río Calcurrupe que conecta las aguas del lago Maihue con el Ranco y ofrece increíbles parajes casi paradisíacos, al pie del cerro Llifén, donde la pesca deportiva alcanza su máxima expresión. Una nueva mañana nos sorprendió en la “ciudad de las humaredas”. El embrujo natural de
Futrono ya nos había cautivado casi por completo. Un cielo despejado y muchas ganas de realizar una salida de pesca nos llevaron una vez más al Fundo Chollinco. Es sabido que los ríos que rodean al Fundo, como el Calcurrupe, el Nilahue y el Caunahue o Cumilahue otorgan la posibilidad de “mosquear” desde alguna orilla o bote. En esta oportunidad, fuimos invitados a realizar un descenso sobre el Calcurrupe, que fue comparado alguna vez con el famoso río Chimehuín, ubicado en la Patagonia argentina. Al llegar al Fundo, todo estaba dispuesto. Los guías, Cesar y Víctor, aguardaban con los waders puestos y las cañas preparadas para salir cuanto antes. La ocasión ameritaba que utilizáramos un gran bote Mackenzie desde el cual podríamos efectuar la práctica de parados.
Todos a bordo. Realizar la pesca acompañados de un guía es una manera inteligente de aprovechar al máximo la salida. La experiencia y el conocimiento del río resultan muy importantes para que el viaje sea exitoso. Ellos saben a qué corredera llevarnos o cuándo será el momento de eclosión para lucir nuestras facultades mosqueras. Es necesario aclarar que la pesca en el Calcurrupe es exclusivamente con captura y devolución inmediata de todos los ejemplares. Además, para la práctica de la pesca se permite únicamente el empleo de señuelos artificiales con un solo anzuelo simple y sin rebaba.
El lugar donde se encuentra el Calcurrupe es fascinante. La selva valdiviana recostada sobre sus orillas y la cordillera de los Andes encañonándolo de un modo zigzagueante hacen de este río de deshielo un sitio ideal para la práctica de este apasionante deporte. El estruendo de sus aguas por momentos nos dejaba atónitos y hasta paralizados. El Mackenzie pronto encontró su rumbo. Practicamos repetidas veces nuestro lanzamiento. Juntamos y recogimos cientos de veces. Nuestra mosca era una “Montana Rubber Legs” creada para pescar en el río Limay y otros ríos de la zona del Nahuel Huapi en Argentina. Es una ninfa impresionista confeccionada con patas de goma y se ata en anzuelos N° 10 y 8. Para su uso se recomiendan equipos de 4 a 6 y, según los especialistas, ha dado muy buenos resultados en el Calcurrupe.
Luego de unos instantes, la mosca logró engañar a una hambrienta trucha que merodeaba por las cristalinas aguas. La lucha que presentó este pez fue realmente indescriptible. Poco a poco fuimos recogiendo la tanza, sin agotarlo demasiado. Para nuestra sorpresa, era una marrón de unos 2 kg., aproximadamente. Luego de sacarla unos instantes del agua para la foto, realizamos los ejercicios de devolución y pronto recuperó su libertad. Hombre y animal se habían encontrado y a partir de ese momento nada sería igual para los dos. Por nuestra parte, un tanto más satisfechos porque habíamos obtenido nuestro primer trofeo, nos dedicamos a disfrutar de la salida y a continuar pescando más tranquilos por este majestuoso río del sur.