Visitamos el lugar donde se emplaza uno de los mitos más populares entre los habitantes de la isla Huapi: atravesamos la piedra Bruja.
La conversación amena con Francisco Ñancumil – el Lonco de la comunidad Mapuche-Hulliche que habita en la isla Huapi – se fue extendiendo más de lo pensado. Claro que si a esto le sumamos los exquisitos platos típicos que estábamos degustando, teníamos la excusa necesaria. La charla giró en torno al plano sobrenatural, las creencias, prácticas religiosas, leyendas y mitos propios de los mapuches. Así nos enteramos de la existencia de la piedra Bruja que se encuentra en la isla. La misma es parte de una formación rocosa ubicada sobre el borde occidental de la isla. Está constituida por dos grandes bloques de basalto que le dan aspecto de túnel. Según la leyenda del lugar, a quien pase entre los dos bloques de roca la piedra Bruja le augura una larga vida, pero para quien no pasase, la vida será más corta o algo malo le sucederá pronto.
No dudamos en conocer aquella formación de la cual tanto se habla en la isla. Don Pancho y las mujeres nos indicaron el camino y hacia ella nos dirigimos. Salimos desde la escuela. Para nuestra suerte, el día mejoraba a cada instante. Apreciar los fuertes contrastes del paisaje de la isla Huapi es una experiencia magnífica. A medida que atravesábamos el terreno nos fuimos cruzando con otros miembros de la comunidad que efectuaban sus tareas cotidianas. Algunos sembraban o araban la tierra, otros tejían o lavaban sus ropas sobre la costa del lago Ranco. En la isla encontramos especies nativas como el laurel, sauce, eucalipto e incluso el pino óregon, que fue introducido en el ecosistema. El terreno que fuimos atravesando presentó una baja dificultad y, luego de 45 minutos, llegamos hasta el lugar de la enigmática piedra Bruja. Lo cierto de este sitio es que sirvió como escondite de provisiones y fue refugio de los mapuches de la isla durante las escaramuzas generadas entre éstos y los españoles conquistadores. Según la leyenda, una vez descubiertos, los mapuches escondidos en el lugar perdieron su vida y al parecer sus espíritus quedaron atados a la piedra, otorgándole estas características mágico-religiosas.
El sector donde se encuentra la piedra Bruja presenta un entorno paisajístico muy importante, gracias a su emplazamiento junto al lago. Una hermosa playa de piedras bañada por las cristalinas aguas del Ranco hace del sitio un lugar especial para meditar, escuchar los sonidos de la naturaleza o simplemente relajarse. Desde allí se logra apreciar la costa de Llifén y los cientos de islotes que emergen en distintas regiones. El lugar se encuentra en un excelente estado de conservación, dado que es un importante elemento dentro de la identidad de los isleños. Luego de reponer energías y de tomar un poco de coraje, nos dirigimos a la piedra. Cruzamos el laberinto de cuevas que se crearon naturalmente en el sector por causa de la erosión del viento y el agua y finalmente encontramos la diminuta hendidura por la que deberíamos pasar.
Tengo que aclarar que no es un trabajo sencillo. La sensación de estar atrapado entre los grandes muros es difícil de describir, especialmente si a esto le sumamos la connotación mitológica del sitio. Claustrofóbicos, abstenerse. Respiramos hondo, mantuvimos la calma y la concentración. Le pedimos permiso a la piedra Bruja y le otorgamos un pequeño tributo o presente para poder pasar.
Hay que ir acomodando el cuerpo a medida que se va ingresando. No hay que ponerse tenso, ya que esto puede jugar una mala pasada. Los pasos se deben ir sucediendo lentamente y, en un abrir y cerrar de ojos, se logra llegar al otro lado. Una sensación de alegría y paz inundó nuestro cuerpo, pues logramos pasar airosamente por la piedra Bruja y quien crea en su dictamen sabrá muy bien que le queda mucho tiempo de vida por recorrer. Si visita la isla Huapi, aconsejamos visitar este enclave mitológico conocido como la piedra Bruja.